Este post tiene como finalidad darte una serie de consejos de cara a obtener un mejor rendimiento a nuestra faceta como diseñador. Son unas cuantas recomendaciones o tips que te ayudarán a que no se te resista el aspecto visual de un proyecto en lo que al uso de fuentes se refiere.
1: No te pases escogiendo tipos de letra. Con un par ya te bastan.
Sé que tenemos infinidad de fuentes disponibles y es super sencillo incorporarlas en nuestros proyectos pero salvo que estemos hablando de proyectos con una alta complejidad, es preferible limitar el uso de tipos de letra dos o tres como mucho. Una gran diversidad no facilita la continuidad visual del mensaje y favorece que se termine dispersando. Escoge una fuente para destacados, cabeceras o titulares. Dedica otra diferente a los cuerpos de texto en general y juega con los diferentes pesos o variantes de las mismas, pero no añadas más fuentes. De esta manera te centras en emplear otros recursos: contraste, énfasis, etc…
2: Mantén el contraste.
Si intentamos cumplir el requisito del primer tip, tendremos que prestar bastante atención a qué fuentes seleccionamos. Lo ideal cuando reducimos el número que podemos usar es buscar letras que contrasten entre sí y nos permitan definir bloques visualmente. En la imagen que podemos ver aquí, los dos primeros bloques comparten el mismo tipo de letra pero en dos pesos distintos. El encabezado está montado en su variante bold o negrita. En el de arriba a la derecha se intenta ganar contraste dando un color diferente a la cabecera. Pero entonces ya entra otro valor en juego: el color. Y las posibilidades empiezan a ampliarse. ¿Por qué no dejar la elección de colores para más adelante y primero seguir centrados en la tipografía?
Bien, en los bloques inferiores se han escogido diferentes tipos de letra para el encabezado y el cuerpo. De esta manera y sin la necesidad de emplear color, queda mucho más marcada la diferencia entre lo que es un encabezado y lo que es cuerpo de texto.
3: El tamaño importa.
Es tan sencillo modificar el tamaño de un tipo de letra en el ordenador que no nos damos cuenta que hay muchas de ellas que no están pensadas para funcionar a grandes dimensiones o como la leyenda minúscula de un pie de foto. Antes de decidirnos definitivamente, deberíamos comprobar qué tal se desenvuelven nuestras escogidas a diferentes tamaños. Esto es especialmente importante en el diseño web ya que en algunas ocasiones tendremos que hacer uso de tamaños de letra reducidos, el suavizado de fuentes influye y la legibilidad varía muchísimo en algunos casos:
4: El tamaño importa (sí, otra vez).
Ya hemos dicho que algunas fuentes no funcionan a determinados tamaños. Pero es que hay fuentes que si aparecen junto a otras diferentes… parecen de diferente tamaño aunque estén al mismo!
A la hora de crear una fuente tipográfica no hay un estándar universal que define un tamaño común para todas. Se busca relativizar una serie de aspectos en lo que a espacio vertical (y horizontal) ocupan los caracteres, pero lo más probable es que te encuentres en esta situación muchas veces.
Para igualar el tamaño de los tipos lo que se busca es la equivalencia de la altura de la X, al ser un caracter que no suele contar con remates, terminaciones especiales o ascendentes ni descendentes.
Hay que prestar atención a este punto si estamos componiendo textos en los que los destacados aparezcan en otro tipo de letra. De esta manera conseguimos una mayor homogeneidad en el bloque, manteniendo el contraste correctamente.
5: El tamaño sigue importando.
Por norma general se suelen respetar los parámetros que se marcan a la hora de crear la fuente. Pero hay casos en los que se puede hacer especialmente interesante modificar, por ejemplo, el interletraje o tracking. Y sobretodo en tamaños grandes. No es obligatorio, simplemente una sugerencia por si queremos probar. En algunos casos veréis como la composición mejora bastante al reducir los espacios en blanco y dejar que se escape menos aire entre las letras.
6: El interespaciado o altura de línea.
En el desarrollo web no se suele prestar mucha atención y es un factor crítico de cara a mejorar la legibilidad de un texto. Basta con, generalmente, ampliar un poco este valor (en CSS se controla con line-height) para que el párrafo respire un poco más y la mancha que se genera de texto no sea tan… ladrillo
En la siguiente imagen vamos a ver a lo que me refiero:
7: No tan negro, por favor.
Otro consejo para nada absoluto, sólo sugerido, es no emplear un negro 100% para la mancha de texto común. Simplemente escoger un tono menos pronunciado. La vista puede agradecerlo mucho. Un color entre #333333 y #555555 podría estar bien:
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